- Favorece
la circulación sanguínea, principalmente el retorno venoso.
- Evita
sobrecargas musculares.
- Descarga
de tensión a los tendones más exigidos.
- Acelera
el proceso de eliminación de toxinas.
- Previene
lesiones, al poder detectarse en sus primeras fases no dolorosas.
- Elimina
las adherencias.
- Favorece
la correcta circulación linfática.
- Momentos
antes de la competición, inicia el proceso de calentamiento.
- Permite
al ciclista, trabajar psicológicamente el nexo músculo-mente.
- Momento
perfecto del día para estar aislado de la propia tensión competitiva, e
interiorizar las sensaciones que su cuerpo le transmite a nivel sistémico.